La amistad de Acosta y Makled era exhibida en actos oficiales y privados. (Foto Archivo)
Un sargento mayor del Ejército, preso en Ramo Verde, asegura ser testigo de cuando Walid Makled le entregaba dinero a Luis Felipe Acosta Carles, durante el paro petrolero de 2002, que el entonces acaudalado empresario, hoy acusado de narcotráfico, ayudó a quebrar en la región central del país al prestar sus gandolas.
En una entrevista concedida al periodista Daniel Murolo, del diario La Voz, en Los Teques, el sargento mayor de segunda del Ejército Carlos Manuel Carreño Muñoz contó, en dos horas, todo lo que sabe de los negocios Acosta-Makled. Espera ser llamado a testificar en el juicio que se abra. "Yo vi cuando Acosta Carles recibía dinero de manos de Walid Makled en Pdvsa Yagua, durante el paro petrolero", sentencia.
En aquellos días Acosta Carles era la máxima autoridad del Comando Regional número 2, de la Guardia Nacional, y avanzó en una especie de cruzada para desmontar la escasez de combustible y alimentos causada por la huelga general. Su lucha le valió la nominación como candidato a gobernador de Carabobo, silla que ganó en 2004.
Pero antes de ser gobernador, el sargento mayor de segunda del Ejército Carlos Manuel Carreño Muñoz lo había visto negociar con Makled "en un galpón de la zona industrial El Recreo, en Flor Amarillo, Valencia". El militar dice que vio cómo el comerciante de origen sirio almacenaba grandes cantidades de urea para el procesamiento de la droga. "La estructura era custodiada por varios guardias nacionales".
Carreño Muñoz era mano derecha del general Raúl Isaías Baduel, en el año 2002 y desde esa posición tuvo la mejor vista. "En varias oportunidades Acosta Carles ordenó por radio a los patrulleros de carretera que no detuvieran a ningún camión de carga que circulara tanto por la Autopista Regional del Centro como por la vía que comunica con Puerto Cabello, para poder pasar la droga". Confirmó que Makled era custodiado por policías de Carabobo.
No se quedó de brazos cruzados y alertó a Baduel de lo que ocurría. "El estaba al tanto de todo, sin embargo prefirió creerle a Carles, quien al enterarse de que yo lo estaba denunciando comenzó a perseguirme".
Carreño atribuye al ex gobernador la pérdida de su libertad. "Yo sigo preso gracias a los tentáculos de poder que aún mantiene Acosta Carles en la justicia y dentro de las Fuerzas Armadas". Lo acusa de cacería de brujas, de involucrarlo en el homicidio del boxeador David José Paredes, frente a su residencia. "Estoy sentenciado a 16 años y medio de prisión por un crimen que no cometí".
Incluso, el militar señala a Acosta Carles de ordenar su muerte cuando en los primeros años de su reclusión, en Tocuyito, pagó al líder del penal, "quien se negó y fue ejecutado posteriormente". Hay una medida de protección policial para la familia de Carreño, dictada por el ex fiscal Isaías Rodríguez, que nunca se cumplió.
Además de denunciar ante Baduel esos negocios con Makled, el sargento Carreño también dejó en evidencia una cooperativa fantasma a donde se desviaron los recursos del presupuesto regional correspondiente al traslado de los médicos cubanos de la Misión Barrio Adentro. "Yo, en compañía de un grupo de choferes, conformé una cooperativa de servicios denominada "Diego Ibarra 32165 R.L.", para la Misión Barrio Adentro en el estado. Luego de un tiempo sin recibir el pago de los honorarios por parte de Insalud, investigo y descubro que el hermano del ex gobernador, Ramón Acosta Carles, estaba recibiendo dicho dinero destinado a mi cooperativa", explicó. Carreño mostró como prueba un decreto firmado por Luis Felipe Acosta Carles para que fueran transferidos montos de hasta mil 700 millones de bolívares (de los viejos) a la empresa paralela, la de su hermano. "El expediente que armé lo hice llegar a la Presidencia de la República, la Asamblea Nacional, al Tribunal Supremo de Justicia y Venezolana de Televisión, sin recibir respuesta", se quejó.
ElCarabobeño.com
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