Desde 1888 hasta 1958, la historia venezolana estuvo marcada por la existencia de gobiernos autocráticos, y dictaduras, más de un siglo de estos sistemas de gobierno, versus 40 años de democracia.
El 23 de enero de 1958, un levantamiento popular apoyado por militares acabo con la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, dando inicio a la conocida era democrática del país (1958-1998).
La democracia, como todos sabemos, se fundamenta en que el origen de la soberanía es la voluntad popular, por medio del voto; articulando dicha participación ciudadana, al principio de igualdad ante la ley, la aceptación de la voluntad de las mayoría, el respeto a las opiniones de las minorías, así como a un conjunto de derechos relacionados con las libertades de expresión, asociación, residencia, etc. y la división de poderes. Por consiguiente, la democracia, no se puede simplificar y concretar a un simple hecho electoral.
En Venezuela, durante 40 años, la democracia, comprendida bajo los términos anteriores, con todo y las deficiencias que pudieran tener, fueron muchos los beneficios alcanzados para el bienestar y mejoramiento de la calidad de vida de TODOS los venezolanos.
Durante dicho periodo se construyeron y abrieron más del 80% de las universidades, escuelas y liceos, hoy existentes en el país; se construyeron la mayoría de los grandes centros de salud del país, así como más de 40 embalses a nivel nacional, que llevaron agua y electricidad a las más remotas poblaciones de la época, en cuanto a la electrificación, la capacidad instalada de generación eléctrica pasó de 580 Mw a 18.161 Mw, es decir, 18.161.000 Kw, y para 1997 se llegó a 20.701 Mw en tan solo 40 años. La producción nacional de alimentos superaba en 25% la demanda; para mediados de 1998, por ejemplo, la producción anual de carne de pollo cubría la demanda nacional, y se llegaron a exportar unos 24 millones de Kg, mientras que huevos de gallina se producía la totalidad del consumo local.
El sector turístico a mediados de los 90, se ubicaba entre los primeros 5 sectores más importantes de la economía nacional, con un incremento promedio, interanual de 5,1%, y es que al igual que el petróleo, la petroquímica y el aluminio, en el IX Plan de la Nación, el Turismo fue catalogado como actividad prioritaria por el Gobierno de Rafael Caldera, aunque el Turismo Social comenzó a tener relevancia en 1974, en virtud de la política de Estado (V Plan de la Nación) durante el Gobierno de Carlos Andrés Pérez, por lo cual el Estado comenzó a desarrollar la producción de bienes y servicios como Planes Vacacionales, campamentos, centros vacacionales, y se desarrollaron los Planes “Turismo para Ancianos”, “Turismo Escolar”,”Turismo Infantil”, entre otros.
La oferta hotelera a nivel nacional, para 1998, rondaba las 7.000 camas. Existían más de 34 aeropuertos nacionales, y alrededor de 5 Internacionales, aunados a innumerables pistas de aterrizajes para vuelos charter en las zonas más inaccesibles.
Desde el punto de vista industrial, el parque industrial lo conformaban más de 11.000 industrias. Se crearon las Empresas Básicas (gran Complejo Industrial conocido como la CVG, conformado, entre otras por Sidor, Benalum, Ferrominera, etc), destinadas a aprovechar la abundancia de recursos existentes en la región guayanesa, para suplir de materia prima al sector manufacturero del país, gracias a dicha obra creada en democracia. Venezuela ya había superado, en gran medida la importación de materia prima, para 1998 ya nos autoabastecíamos y exportábamos aluminio, cabillas, tubos, etc. Fortaleciendo el desarrollo del país.
En líneas generales, se puede decir que desde su independencia, Venezuela ha vivido mas de 100 años en diferentes formas de gobierno, casi en su totalidad dictatoriales, autocrático, y fue realmente desde 1958, cuando se inicia la democracia, con las lógicas imperfecciones y errores, y fue a partir de allí cuando en el país se sentaron las bases para su verdadero; para 1998, Venezuela se apuntalaba para avanzar hacia la verdadera independencia económica, y hacia la real diversificación de la economía, perfilándose como una nación realmente prospera a mediano y largo plazo, destinada a alcanzar la mayor calidad de vida de sus habitantes, y a superar, realmente, los niveles de pobrezas que se generaron durante la etapa exclusivamente petrolera, cuando el furor del petróleo condujo a un relativo abandono del sector agropecuario, sostén económico del país hasta la aparición del petróleo, ya estábamos comprendiendo y ajustándonos, y las cifras lo confirman, a aquello de “sembrar el petróleo”; como sociedad ya estábamos encaminados a superar los errores …
Sin embargo, desde 1998 a la fecha, nos encontramos bajo un gobierno, con características totalitarias, camuflado como democrático, avalado por una sola característica democrática, el voto, pero con un sistema electoral manipulado, marcado por la intimidación, el soborno, el ventajismo, la toma de centros electorales por parte de milicianos, manipulación de cifras, (cuyo fin último lo ha llevado a desconocer, por fraude, la voluntad de la mayoría) etc. En cuanto a las otras características de la democracia, son inexistentes, no existe división de poderes, todos públicamente identificados con el partido de gobierno, confesos seguidores y avaladores de un sistema contrario a los principios fundamentales planteados por la Constitución Nacional, no existe igualdad ante las leyes, no se respeta la opinión de quienes consideran “minoría”, llegándose a las agresiones psicológicas, emocionales y físicas; se desconocen los derechos fundamentales, limitando el libre tránsito al colocar la alcabala de Cadivi para viajar al exterior, y en lo interno al impedir el ingreso de ciudadanos a zonas consideradas oficialistas y a las que no se permite su entrada sino se identificas como tal, cada día se intensifica más los atropellos a la propiedad por medio de las expropiaciones, confiscaciones, ya no se entregan documentos de propiedad de tierras, ni de viviendas, solo se hacen adjudicaciones, existencia de una creciente intolerancia política.
Desde 1998, el poco o mediano progreso logrado durante la democracia, en cuanto a la independencia económica y a la diversificación de la economía, se fue a pique, hoy más que nunca dependemos del petróleo, y las importaciones; sumergiéndonos en una economía de puertos. Las empresas básicas en ruinas, deficiencias en todos los servicios públicos, las tierras expropiadas o confiscadas, improductivas o sub-utilizadas limitadas a producción conuquera, las agroindustria expropiada inoperativas, u operativas, pero muy por debajo de su capacidad; todo esto ha generado desabastecimiento e importaciones sin control por parte del Estado, así como niveles de corrupción tan históricos como los ingresos petroleros etc.
Todo lo anterior, irónicamente, en la etapa de mayor bonanza petrolera, actualmente contamos con una deuda externa impagable, la mayor inflación de Latinoamérica, así como los mayores índices de inseguridad ciudadana; compramos al exterior el 70% de la gasolina de consumo interno, así como los alimentos; escasea el gas domestico, etc. Se ha propiciado una economía de generación de buhoneros, charleros, subsidiados, y de sub-empleados...
¿Qué nos ha pasado?
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