Geris Martínez
Ciudad Guayana.- En un viaje al pasado, ubicándonos en el año 2009, se encuentra un joven recibiendo su última cátedra de anatomía quirúrgica, éste desconcentrado solo piensa en que está a un paso de hacer su sueño realidad.
Mientras el profesor habla, el alumno en su imaginación se puede ver vestido de blanco, con un estetoscopio al cuello, sanando a hombres y mujeres en un reconocido hospital del estado Bolívar.
El chico cansado de asistir a las aulas de clases ya quiere convertir su rutina en noches de guardia y despertares de emergencia, rodeado de anestesiólogos, enfermeras y camilleros.
El mas grande anhelo del estudiante, es tener la satisfacción de que un paciente luego de una larga intervención quirúrgica le agradezca por haber salvado su vida.
Su sueño es andar por los pasillos de recuperación y que familiares de aquejados se le acerquen para preguntar cuándo les dará de alta.
Finalizada la cátedra, el profesor de anatomía llama al joven para cuestionarlo, dice: “¿¡De La Rosa! que fue lo último que dije?”, - y el aprendiz responde- “disculpe doctor estaba soñando con una intervención de emergencia, -y responde el profesor- “Entonces considere que su paciente ha muerto”.
Ocurrido ésto, levantan la clase y transcurre un mes, el bachiller De La Rosa luego de verificar sus calificaciones se prepara para su acto de grado, consumidos los tiempos llega el momento de buscar empleo.
Una llamada telefónica del departamento de Recursos Humanos del (RRHH) del Hospital Uyapar le confirma que ha ganado el concurso y es contratado como médico residente en la mencionada institución.
Éste impregnado de emoción al fin ve su sueño convertido en realidad, listo para asumir la guardia recibe unos cuantos pacientes en la emergencia y todo marcha normal.
Sin recursos
Cuando se hacen las doce de la noche de su primera guardia, ingresa un paciente que amerita la intervención quirúrgica, haciendo de este momento el más esperado por el recién graduado, operar en el reconocido hospital formalmente contratado por el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).
Piensa,“La salud de los venezolanos está en mis manos, éste es el momento de velar por sus vidas”, todo listo para la operación, el personal de cirugía le indica que hay problemas en el laboratorio y que no pueden hacerle análisis de sangre por falta de reactivos.
Por otro lado, la enfermera anuncia que el anestesiólogo consiguió un mejor contrato en un clínica y renunció en la tarde, y no cuentan con ningún especialista para ese momento.
Por si fuera poco el Banco de Sangre no cuenta con el tipo negativo que necesita el paciente, el médico viendo toda esta situación informa a familiares del enfermo que le ayuden a conseguir el anestesiólogo, la sangre ORH Negativo y le hagan un examen de emergencia en un laboratorio privado.
A pesar del esfuerzo que la familia hizo para cumplir con todos los requerimientos del galeno y su paciente, no se pudo hacer nada para salvar la vida de aquel hombre, quien murió desangrado por un impacto de la bala en la pierna producto de la delincuencia que se vive en el país.
La emergencia del hospital fue invadida por el llanto de tres mujeres -la esposa, la madre y la hija- mientras el corazón del doctor De La Rosa lloraba en silencio por la impotencia de contar con los recursos para hacer su trabajo.
Protesta
Aunque la historia del paciente no es real, es lo que se vive día a día en los hospitales del país, médicos que entregan su vocación al sector privado, mientras familias de bajos recursos deben resolver por las insuficiencias del hospital, situación que pone en riesgo la vida de cada venezolano en un momento determinado.
El doctor Juan Carlos de la Rosa, quien ya tiene dos años de graduado, hoy es el jefe de residentes de cirugía del Hospital Uyapar, y la mañana de ayer salió de su consultorio a protestar con un paro indefinido convocado por la Federación Venezolana de Médicos para exigir una discusión de contrato colectivo, que evite el éxodo de médicos hacia el sector privado.
El galeno a través de una rueda de prensa explica a los guayaneses que el paro más allá de perjudicar a los pacientes es todo lo contrario.
Reclama la dotación de insumos para los hospitales que les permita desempeñar su trabajo de forma oportuna. De la Rosa la mañana de ayer junto a demás médicos del Hospital Uyapar hicieron una marcha simbólica para hacer presión para que el Gobierno Nacional les tome en cuenta.
El paro indefinido está apoyado por muchos médicos recién graduados quienes se ven atados de manos al ver sus sueños marchitados por la situación del país, éstos en una marcha simbólica exigieron reivindicaciones salariales.
Dijo: “Nosotros estamos acompañando el paro indefinido precisamente para defender el derecho a la salud de los venezolanos, que no es solo atender al enfermo, es contar con los insumos a la mano, es tener el personal completo y todos los servicios en funcionamiento”.
De La Rosa resaltó que los médicos residentes son víctimas de la inseguridad, “hemos llegado al colmo de que roben los vehículos de los galenos e incluso hasta la ambulancia de emergencia, que gracias a Dios fue recuperada, pero el hecho no se justifica”.
“La delincuencia roba nuestros teléfonos celulares, el único instrumento con el que contamos para comunicarnos con los especialistas de guardia”.
Por otro lado mencionó que en horas nocturnas las enfermeras de guardia se niegan a realizar las transfusiones de sangre, producto de la inseguridad dijo: “En las noches éste hospital es territorio de nadie”.
“Vemos con buenos ojos el esfuerzo de la directiva del centro asistencial en mejorar esta situación pero los temas que son de carácter nacional, también deben ser atendidos”.
Finalizó con el llamado a los ciudadanos en general y a los estudiantes de medicina, a que apoyen la medida de protesta para que la situación de los hospitales cambie.
Esperanza
Felipe Maestracci, un médico que tiene 31 años de experiencia, aún mantiene la esperanza de que la situación cambie, explica que desde hace siete años esperan por la discusión de un contrato colectivo y que el gobierno no les toma en cuenta, considera que el sector salud y educación son los más importantes del país y que no se les toma en cuenta.
Maestracci agregó que el término de paro indefinido es para presionar al ejecutivo nacional y las ministras del trabajo y salud. Dijo, si no se pronuncian son ellos quienes ponen en riesgo la salud del país.
“No se trata de afectar a nadie se trata de mejorar un sector, tenemos siete años esperando, prácticamente nosotros nos hemos convertido en pacientes, pedimos reivindicaciones justas, pues los sueldos son insuficientes, esperamos que las autoridades se pronuncien en nuestro caso y eso sea pronto ”. Aseguró que las emergencias serán atendidas y que los guayaneses pueden despreocuparse.
Por otro lado Hugo Lezama, secretario general del Colegio de Médicos seccional Guayana, informó que el Gobierno Nacional tras ignorar los paros progresivos que hizo el gremio recientemente, llevó a los médicos a usar la lamentable medida de paro indefinido, lo que deja claro que son ellos quienes juegan con la salud de los venezolanos.
Cerró haciendo el llamado al gremio médico a estar unidos y así conseguir las reivindicaciones plasmadas en la contratación colectiva que la ministra del trabajo, María Cristina Iglesias y de Salud, Eugenia Sader, se han negado a discutir, desconociendo la exigencia de instituciones legalmente establecidas en el país.
Lo que reclaman
-Discusión de un contrato colectivo
-Dotación de insumos para hospitales
-Culminación de refacciones del hospital
-Un área de terapia intensiva digna
-Un área de laboratorio digna
-Salas de parto dignas
Contraste
La directora del hospital Uyapar, tras apreciar la protesta de los médicos declaró que la paralización indefinida no es la mejor manera de hacer un reclamo, dijo: “existen mesas de trabajo con las que pueden hacer sus exigencias”.
Adicionó que “Con este paro quienes sufren son los pacientes”, por otro lado en un recorrido que realizó por el área de medicina interna confirmó que los médicos especialistas estaban pasando su consulta normal”.
Cerró diciendo que quienes están apoyando el paro son médicos residentes y que a su parecer están siendo manipulados, “los médicos tienen el derecho de protestar pero primero deben ponerse la mano en el corazón”.
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