Peligran tortas y galletas ante la escasez de harina de trigo.

Productores de la zona “hacen magia” para encontrar harina fuera de la jurisdicción, viéndose obligados a incrementar el precio de los productos

Simón Jesús López
simon.lopez@elaragueno.com.ve

Si bien es cierto que el fresco clima de montaña y los inigualables paisajes son los principales atractivos turísticos de la Colonia Tovar, no es menos cierto que miles de personas acuden a este paraje atraídos por su gastronomía y, en especial, por sus dulces, que son únicos en el territorio nacional. Lamentablemente la escasez de harina de trigo ha puesto en apuros a los productores de tortas y galletas de esta localidad.
Este problema no sólo ha comprometido a los productores artesanales, sino también a las grandes empresas, que para conseguir la harina deben salir de la jurisdicción, otros optan por pagarla a sobreprecio, lo que los obliga a incrementar el costo del producto final. Este aumento se siente con más fuerza en los revendedores, que temen que se reduzcan las ventas ante los constantes aumentos de precio.
Renny Fernández, distribuidor de las tradicionales galletas de mantequilla, aseguró que las galleteras de la zona han disminuido su producción en al menos un 50%. “Muchas siguen guapeando para no cerrar las puertas, ya que esperan que a la brevedad pueda normalizarse esta situación”. Agregó que muchos comercios han disminuido sus pedidos, pues temen que el nuevo precio no sea del agrado de los clientes.
“Hay que salir a otros municipios para conseguir la harina y sólo se encuentra en contados lugares y a precios bastante altos”, señaló Dayana Cáceres, “yo trabajo en un restaurante donde se elaboran tortas y tartaletas, que aún se siguen vendiendo pero en menor cantidad (...) no sólo se hacen menos por no contar con suficiente harina, sino que se venden más caras para compensar los gastos adicionales”.
“Las galletas de mantequilla aumentaron el triple, por lo que he preferido bajar los índices de ganancia antes de quedarme sin clientes”, esbozó Belkis Carrera, quien además agregó que “tengo muchos años dedicada a vender estos productos en el casco central de la Colonia, pero si esto sigue así voy a tener que buscar otros medios de ingreso (...) la situación con la harina es un verdadero desastre y hasta he pensado en dejar de hacer las rosquetas, que son uno de los ganchos de mi puesto”.
El llamado colectivo fue a los entes gubernamentales para que ataquen la raíz del problema y eviten mayores males para el comercio, dijeron que no sólo la harina de trigo se ha desaparecido del mercado, sino otros importantes productos como el café, la harina de maíz, la margarina y el aceite. Afirman que con esto sólo se benefician los especuladores, que se aprovechan de la necesidad de la gente y venden estos productos a precios exorbitantes.

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