Nuevos precios del café no cubren expectativas del sector.

(María Beatriz) La presión ejercida por los productores para que el Ministerio de Agricultura y Tierras, les aumentara el precio del café, finalmente dio resultados aunque no fueron los esperados, puesto que a pesar de que el incremento se realizó a tiempo para la cosecha, los montos siguen estando por debajo de la estructura de costos.

Con el 33% de aumento anunciado por el vicepresidente de la República, Elías Jaua, a través de su cuenta en la red social Twitter: @JauaMiranda, el quintal de café lavado bueno “A” pasó de Bs. 1.200 a Bs. 1.600; el Tipo “B” se elevó de Bs. 1.080 a Bs. 1.440, mientras que el “C” que estaba en Bs. 980 ahora costará Bs. 1.350.

El quintal o el saco de 46 kilos de café de menor calidad, es decir el natural bueno, fue fijado en Bs. 1.240 y el corriente en Bs. en 1.090. Ninguno de los nuevos precios se equiparan a los costos de producción que, según los caficultores, varían entre Bs. 1.750 y 2.000.

En abril, los productores analizaron lo que cuesta producir un quintal de café, determinando que los precios debían fijarse entre Bs. 2.200 y Bs. 2.500, de acuerdo con lo manifestado por caficultores y dirigentes de la Confederación Nacional de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro).

En la reunión que sostuvieron los productores con funcionarios del Mppat el lunes pasado, Jaua -también titular de ese despacho- se comprometió en que en un lapso de 48 horas a una semana se modificarían los precios del café, lo que finalmente cumplió aunque todavía falta que los montos se publiquen en Gaceta Oficial.

“Los precios no cubren las expectativas”, dijo Pedro Vicente Pérez, directivo del rubro café de Fedeagro, quien considera que el aumento no fue suficiente para alcanzar a los costos de producción, como ha pasado en años anteriores.

Rezago

El directivo de Fedeagro refirió que antes de la gestión del presidente Hugo Chávez, hace 16 años, inició el rezago en los precios del sector caficultor, puesto que los montos eran fijados por debajo de la inflación e, incluso, hubo lapsos en el que estuvieron congelados por 36 meses.

“Nunca hemos llegado a alcanzar la inflación, con la cual tenemos un 192% de diferencia, por lo que nuestra cosecha cada vez nos da menos para vivir y para mantener las fincas, y es por eso que de exportar y llegar a producir 1 millón 600 mil quintales, ahora sólo llegamos a 800 mil qq., teniendo que depender de las importaciones para cubrir la demanda”, destacó.

Pérez advirtió que de continuar los desaciertos en la política de precios, “sobre todo con Jaua que ha sido el ministro que peor nos ha tratado en esta materia”, va a continuar la caída de la producción. Señaló que a principios de este año, la expectativa era cosechar 1 millón 200 mil quintales, pero “después de tantos problemas climáticos, falta de recursos y poca rentabilidad, nuestras estimaciones se redujeron a 900 mil qq.”

El dirigente gremial afirmó que la producción podría incluso ser menor que esta estimación, ubicándose en 800 mil quintales, cifra que iguala a la recolectada en el período 2011-2012, cuando los precios -a parte de que fueron anunciados tardíamente- resultaron insuficientes para el sector. “Vamos a ver cuánto café se termina perdiendo a la larga, con esos malos precios que nos dieron”, acotó.

Pendiente

El sector caficultor ahora tiene pendiente terminar de recibir los financiamientos para renovación y mantenimiento de plantaciones, así como la definición de los puntos de compra, a través de los cuales se les garantice la compra a tiempo del quintal, para que el productor no tenga que vendérselo a los intermediarios, a precios por debajo de los regulados.

Al respecto, el diputado a la Asamblea Nacional (AN), César González, quien no asistió a la reunión que los caficultores sostuvieron con funcionarios del Mppat el lunes pasado, adelantó que para la próxima semana se tiene previsto una asamblea en Portuguesa, en la que serán discutidos los puntos de compra que se abrirán en la región.

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